CARTA

Oficio Priscila Vindas - Andrés Robles Asamblea Legislativa1

San José, 09 de setiembre de 2024

Señora
Priscila Vindas Salazar
Diputada Frente Amplio
Asamblea Legislativa

Señor
Andrés Ariel Robles Barrantes
Diputado Frente Amplio
Asamblea Legislativa

Estimada señora Diputada y señor Diputado:

Nos hemos enterado de su reciente reunión con líderes sindicales y de trabajadores bananeros y de
sus declaraciones en medios de comunicación y redes sociales, señalando una serie de supuestas
situaciones en algunas fincas de banano y generalizándolas a toda la actividad bananera de nuestro
país.
En declaraciones en el plenario de la Asamblea Legislativa, la señora Diputada Vindas manifestó lo
siguiente:
“… un costo promedio de producción de caja de banano es de 3,78 dólares y se vende en
14,90 dólares, aunque puede llegar hasta 16,41 dólares…”
Según los estudios oficiales realizados por CORBANA y compartidos con autoridades
gubernamentales periódicamente, el costo de producción de una caja de banano es mucho mayor
(USD 8,35 por caja en nuestra última actualización de noviembre del 2023), estudio que fue remitido
al Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC). El cual se compone de USD 4,10 de costos
variables por cajas y USD 4,25/caja de costos fijos.
Su fuente de información no contempló la totalidad de los costos en Costa Rica, ni el costo financiero
de toda empresa en su operación, tampoco los costos logísticos para llegar al mercado;
consecuentemente, el margen de ganancia no es tan amplio como usted lo enfatizó en su intervención
y también dependerá del tipo de comprador y del mercado al que se exporte.
En cuanto a los señalamientos sobre temas laborales leemos que en su documento dirigido al señor
Presidente de la República se citan diversos procesos judiciales, es decir, no es que los trabajadores
estén sin protección o actuando en tierra de nadie, sino que la institucionalidad se encuentra
funcionando; resulta normal que en cualquier actividad agraria, comercial o industrial, en la cual se
contratan más de 40.000 trabajadores surjan diferendos y desencuentros.

También, debe señalarse que al existir procesos judiciales en curso, el opinar sobre estos, dándose
de previo la razón a una de las partes, no es un proceder imparcial.
Además, ha faltado estudio e investigación, dado que de una revisión previa hemos detectado que,
en esos pocos procesos judiciales, hay casos conciliados y resueltos.
En el sector bananero, conforme a los datos de la Dirección Nacional de Inspección se han realizado
223 ciclos de inspección, lo cual implica un 150% de mejora en la cobertura de inspección respecto
de periodos anteriores, trabajo que es complementado con las diversas auditorias de las
certificaciones internacionales que han suscrito las fincas bananeras, de las cuales, algunas tienen
más de dos y que complementan la verificación y el cumplimiento normativo de las empresas en
materia laboral y ambiental.
No es de recibo y rechazamos de plano afirmar que la industria bananera es una esclavitud moderna
o que los trabajadores trabajan solo por un plato de comida, no hay nada más alejado de la realidad.
Costa Rica no está en los tiempos de Mamita Yunai, ni se trata de una república bananera, decir esto
es un abuso de posición para estereotipar la actividad bananera, y negar los avances que se han tenido
ambiental, labor y socialmente durante los últimos 30 años.
La industria bananera es uno de los mayores contribuyentes de la Caja Costarricense de Seguro
Social; en consecuencia, cuando nos referimos a la actividad bananera, estamos hablando de una
actividad con un alto grado de formalización de sus trabajadores, tanto nacionales como mano de
obra migrante. Los salarios que se pagan en la industria son los más altos de todos los países
productores de banano de Latinoamérica.
Tenemos el deber de recordar que todo lo que se discute en la prensa nacional o redes sociales,
repercute en los mercados internacionales, y lo que menos buscamos todos, es que nuestros
compradores empiecen a rehusar a comprar banano de Costa Rica, pues esto llevaría al cierre de las
empresas, y, por ende, a la pérdida de empleos en regiones en las cuales solo existe la producción de
banano.
Doña Priscila y don Ariel, ustedes son diputados que representan a todos los costarricenses y su
papel como legisladores es escuchar a todas las partes involucradas, investigar o pedir información
a las fuentes oficiales antes de emitir criterios, que por inexactos, podrían lesionar un sector que
genera más del 80% de los empleos en la zona Caribe y aporta desarrollo y divisas al país.
Resulta comprensible que ustedes quieran, frente a manifestaciones de sindicatos, contribuir para
que se investiguen señalamientos planteados por ellos, pero no es de recibo los adjetivos
descalificadores, utilizados por ustedes contra una industria que lucha constantemente por generar
trabajo en el país y mantener su competitividad en mercados internacionales

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